Breve introducción
Os presento a Borja Estrada, un tipo tan especial que cuesta hacer una descripción suya. No sé ni cómo, ni cuándo ni por qué nos conocimos, pero desde entonces es de esas personas que quiero tener en mi vida. Inteligente y con un sentido del humor de los que agitan cualquier conversación, y más de las nuestras, normalmente bien regaditas con una buena cerveza. Legos, gatos, noticias de actualidad disparatadas...¡eres único! Enhorabuena por tu reto, por un MDS tan sentido. Y gracias siempre por hacerme reír.
Te llevaré conmigo al desierto.
Paula.

Aquí va su aventura sablera.
Disfrutadla!

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• ¿Qué significa / ha significado Sables para ti?
Para mí MDS ha sido la mejor competición/prueba/carrera en la que he participado. Creo que va más allá de una prueba deportiva, es una experiencia inmersiva tan potente, que yo personalmente no he experimentado nada parecido en otro lugar. Las habrá más exigentes a nivel físico o más exclusivas, pero ninguna te lleva al nivel mental al que te lleva MDS.

Para personas como tú y como yo, que vivimos el día a día a golpe de agenda, que estamos sobreconectados al mundo a través de teléfonos, ordenadores y tecnología, MDS se convierte en una simplificación radical de la vida. Durante 7 días tu única misión será ir del punto A al punto B con lo puesto, esto generará una calma mental extraordinaria y logra que el resto de los sentidos se multipliquen por 100.

• ¿Qué consejos clave darías para poder participar en esta prueba?

1- Entiende la carrera. El desierto es mucho más masivo y fuerte que tú, por las malas te ganará siempre. Si se te atraganta en algún momento (que con seguridad te pasará) plantea ese momento con humildad y calma. Ahí es donde hay que sacar tablas y galones. Si sacas el orgullo y el “PorMisHuevismos” el desierto te pondrá en tu sitio rápidamente.

2- Cuida tus pies. Mantener los pies sanos no es garantía de acabar, pero tener problemas en los pies es garantía de que te vas a casa antes de tiempo. Lo mismo para zonas propensas a sufrir rozaduras.

3- Haz la doble maratón del tirón y disfruta de la noche en el desierto. No te explico más, ya lo entenderás.

4- Cuando vayas a "cag*r", SIEMPRE pon una piedra en la bolsa. De no hacerlo, los golpes de viento en el desierto pueden vencer a la fuerza de la gravedad y revertir el correcto funcionamiento del WC de campaña. Igual que cuando sientas la llamada de la naturaleza a media noche, salir de la haima es fácil, volver es más complicado, ya que por la noche “todos los gatos son pardos”. En serio eh, la primera noche, al volver de hacer un pipí nocturno tuve un momento de “¿pero yo dónde vivía?” jeje.

5- Controla el peso de la mochila (más tú que eres de chasis pequeño) pero no te obsesiones tampoco, es la primera edición, vas en solitario, así que no arriesgues a hacer corto de algo. Igual sucede con el agua, calcula bien la que cargas en los CPs.... Y piensa que 500gramos de más nunca serán un problema.

6- Desconecta. Móvil apagado (ya que imagino que ahora será fácil encontrar cobertura en los campamentos). Usa solo los medios de comunicación que la organización te da para comunicarte con el exterior.

7- No te preocupes por la seguridad (que sé que es un miedo recurrente). Desde que implementaron el SPOT GPS, es todo muy seguro. Además hay mucho personal y medios (todoterrenos, buggys, helicópteros....) para tener todo controlado y dar asistencia rápida en cualquier situación. Tampoco te preocupes por el agua, te van a dar de sobras, eso sí adminístrala bien y no hagas como yo en la etapa 2 (luego te cuento eso).

8- Explica a los tuyos como enviarte mensajes a través de la web de MDS, el momento en que se reparten los mensajes impresos es emotivo

• ¿Qué tipo de entrenamiento hiciste y qué recomendarías hacer?
Esta pregunta es más para el maestro Rafa Zugasti que es quién me preparó.
Si tuviera que resumirlo, lo que a mí me dio confianza fue:
1-Trabajo de fuerza específico.
2- Acumular volumen.
3- Entrenar con la mochila y peso.

Para esta prueba y en mi caso concreto, hablar de ritmos de entreno o carrera es algo no fue nada determinante (mi objetivo siempre fue llegar a la salida con garantías para acabar, no buscar un tiempo o posición concreta).

• ¿Puedes contarnos alguna anécdota que se te quedase grabada a fuego?
Te contaré dos, una con relación a mi experiencia en sí y otra más general de la carrera.

La primera, es cómo llegué a disfrutar de la naturaleza desértica (has de tener en cuenta que pasarás por sitios tan remotos que ni en la más lujosa escapada vacacional podrías llegar, ni 4x4 o moto, solo llegarás allí a pie). Recuerdo dos momentos especialmente. Uno en la etapa 3 por la zona del Jebel Joha Baba Ali donde estuvimos corriendo un rato por una cresta estrecha encima de una duna gigante con llanura desértica a ambos lados. El segundo en la etapa 4, la de la doble maratón, cuando entorno al kilómetro 35 cruzábamos un valle de punta a punta lleno de dunas. En otro momento y lugar hubiera pensado “jod*r nos viene una hora de sube/baja por dunas de arena blanda”, pero allí, me pareció tan increíble, que incluso me paré y me senté 10 minutos a contemplarlo.

La segunda, tiene que ver con los miembros de la organización. El campamento es itinerante, y cada día lo montan y desmontan un montón de trabajadores que son gente local de allí. Como sabrás, el cierre de carrera o “coche escoba” lo hace un señor con un camello (que también es marroquí). Pues bien, por lo visto, esta persona es siempre la misma y es una misión muy reconocida allí. El año en que yo estuve, coincidió que era la edición en que el señor se “jubilaba” y, al llegar al campamento el día de la doble maratón, estaba todo el Staff local recibiéndole con aplausos. Al verlo, los corredores también fuimos y nos sumamos al homenaje. Fue un momento bonito, que sumado a que allí estamos todos con los sentimientos a flor de piel, se convirtió en algo muy intenso.

• ¿Qué fue lo más duro de Sables?¿Y lo mejor?
Pues lo más duro fue en la 2a etapa, ya en la segunda mitad y entorno al kilómetro 30, cuando me di cuenta de que iba corto de agua. Calculé mal, y aunque no me llegué a quedar sin agua, infravaloré el Jebel El Oftal y el tren de dunas que había antes, y me di cuenta de que tocaba racionar mucho el agua que llevaba ya que si no me quedaría sin y eso me podía generar problemas importantes. Esta circunstancia me sacó mentalmente de carrera, y recuerdo que, pese a llegar al siguiente CP y estar a muy pocos kilómetros del final de la etapa (4,4 kilómetros exactamente), mi coco estaba tan fuera de carrera que pedí abandonar. Por suerte, los voluntarios me hicieron entrar en razón, seguí y llegué a campamento sin mayor problema. A partir de ahí fue una liberación, un punto de inflexión. Planteé el resto de carrera como si de una resurrección se tratara, y cada kilómetro extra se convirtió en un regalo. Mentalmente mi cerebro se puso en modo resiliencia y ya no sufrí más, ni en etapas tan exigentes como la doble maratón.

Respecto a lo mejor..... no te sé responder a eso; no soy capaz de sintetizar tanto una experiencia así, ni sería firme lo que te dijera, porque leería este artículo dentro de unos días y seguramente te pediría cambiar este punto. Has de vivirlo para entenderlo.

• ¿Volverás a MDS?
Sin duda. Quizás no con la inmediate que me gustaría, ya que económicamente es una apuesta fuerte, pero es un MUST en mi lista de experiencias pendientes de repetir.

Hay algo que sí que cambiaría, y es que esta segunda vez iría solo. Nosotros fuimos un grupo de 9, con un mix de repetidores y novatos, y fueron parte fundamental de la experiencia vivida (imposible olvidar el frontal de 3403432 lúmenes de Tito directo a mi cara cada p*ta noche, Luis caminando como Chiquito de la calzada por el campamento, el paquete de lomo embuchado que Astrid sacó a media prueba, al Loco-Juan gritando LA PIQUETAAAAA en una tormenta de arena nocturna, las risas infinitas con el otro Borja, las gafas del año 2050 de Diego o el abrazo que nos dimos Rafa y yo cuando nos cruzamos en la doble maratón) pero ahora estoy en una fase de mi vida en que valoro mucho la soledad y el equilibrio individual y creo que me apetece afrontar algo así completamente solo.

• Define Sables con una palabra o una frase:
Pues he cambiado esto 8 veces por lo menos, pero al final me quedo con ésta: Sentir.

Borja Estrada
Sablero, edición nº 33, año 2018
@borjaestrada
@marathondessables


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